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Los buques de guerra, indefensos ante el ataque de enjambres de drones

  • Defense update
  • 16 ene 2016
  • 3 Min. de lectura

¿Qué sucede cuando un enjambre de aviones sin tripular, de pequeño tamaño y bajas especificaciones ataca a un buque de guerra moderna? Pese a sus sofisticados sistemas de defensa contra misiles navales y de crucero supersónicos y contra aviones de las más altas características, los modernos buques no son capaces de solucionar la situación. La Armada de Estados Unidos, es líder en el estudio del vuelo en enjambre, en el que se conduce a un grupo de aviones sin tripular, que como en las bandadas de pájaros guardan una posición constante con respecto a un líder, a la vez estudia la amenaza que esto supone para sus buques. La Naval Postgraduate School realiza este estudio y, aunque se trata de un tema clasificado, algún documento que ha visto la luz presenta un panorama poco alentador, como el “UAV Swarm Attack” de Loc Pham. En el documento se plantea un escenario simple: un destructor de la Armada, dotado del sistema AEGIS, es atacado por cinco a diez drones simultáneamente desde todas las direcciones en condiciones de buena visibilidad. Los drones se supone que son elementales y controlados secretamente desde un buque de pesca cercano. Algunos de ellos son guiados visualmente, otros se asemejan al "Harpy" israelí controlado por radar. Los defensores se ven a sí mismos bien preparados. El sistema de defensa aérea AEGIS es uno de los mejores del mundo, con un conjunto integrado de sensores y armas, que incluyen jammers, señuelos, misiles tierra-aire, un cañón de 127 mm y dos sistemas de defensa multi-cañón de 20 mm. contra cohetes, misiles y morteros Phalanx, cada uno disparando 75 disparos por segundo. Además en el supuesto se había reforzado el sistema defensivo del buque con seis ametralladoras en cubierta. La razón de la inclusión de las ametralladoras en el supuesto es que, los pequeños aviones no tripulados tienen una firma de radar pequeña, y cuando son vistos, ya que están demasiado cerca para atacarlos con misiles y con el cañón de 127 mm. Tampoco los jammers del AEGIS están diseñados para interferir al sistema de control de los UAVs, que se acercan a unas 155 M/h., y cuando se les detecta únicamente se dispone de 15 segundos para hacerles frente, por lo que la defensa corre a cargo de los Fhalanx y de las ametralladoras. Además, es vital que cada arma escoja objetivos diferentes, de lo contrario, varias se concentrarán en uno solo, mientras que algunos aviones no recibirán fuego. El equipo de investigadores llevó a cabo cientos de simulaciones y encontró que, como media, 2,8 de cada ocho UAVs, consiguieron llegar. Incluso cuando las defensas se mejoraron con la adición de más y mejores sensores, ametralladoras y sistema Phalanx, siempre consiguió atacar al buque una avión al menos. Y eso con solo ocho atacantes, cuando se hizo la simulación con diez, veinte y cincuenta, los defensores únicamente pudieron detener los primeros siete más o menos. Esta debilidad significa que tiene más sentido para atacar un barco con un gran número de aviones no tripulados baratos que con un misil que cuesta lo mismo. Y eso es exactamente lo que el programa de la Armada Navy’s Low-Cost UAV Swarming Technology (LOCUST) pretende hacer. El objetivo es disponer de treinta aviones volando juntos en enjambre, en el que el operador no controla un avión individual, sino todo el enjambre como una sola unidad. El Dr. Lee Mastroianni, director del proyecto de Locust, cree todo el enjambre puede costar menos que un misil (1.2 M$ cada Harpoon antibuque). El LOCUST se basa actualmente en el UAV Coyote, un avión consumible, que tiene un coste de 15.000 &. Por supuesto, estos aviones portan una cabeza de guerra mucho más pequeña, pero con buena puntería, además de causar mucho daño, puede convertir al buque en un blanco fácil para otras armas, al bloquear su radar. Mastroianni planea tener el su primer enjambre de 30 aviones el próximo verano. Vista la debilidad de los buques ante el ataque de enjambres de UAVs, Timothy Chung, un científico de la Naval Postgraduate School de Monterey estudia la forma de defenderse. El nombre del proyecto es “A System-of-systems Testbed for Unmanned Systems Swarm versus Swarm Development and Research,” pero se conoce como “Aerial Combat Swarms.” Se trata de organizar batallas simuladas entre enjambres de 50 contra 50, como una forma de evaluar la táctica y de la tecnología. Las batallas se librarán con pequeños aviones no tripulados, incluso más baratos que los que se utilizan en LOCUST, pero las tácticas que descubren pueden dar forma al futuro de la guerra.

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